¿Cómo oramos? ¿Qué debemos hacer cuando nos sentimos alejados de Dios cuando oramos? El élder Richard G. Scott nos instruye en la manera de poder tener acceso al poder del don divino de la oración.
Como mormones, tenemos diferentes fuentes de comunicación divina. Algunas oraciones, como aquellas para bendecir la santa cena, usan palabras específicas que se repiten con regularidad. Algunas oraciones están asociadas con otras ordenanzas del sacerdocio las cuales incluyen instrucciones específicas que demuestran la manera para ofrecerlas.
Sin embargo, el élder Richard G. Scott nos dice que, una oración “puede ser breve o durar todo el tiempo que se requiera. Puede ser una larga expresión de amor y de gratitud o un ruego apremiante para solicitar ayuda.” La oración personal es un don porque puede ser lo que necesitamos en cualquier momento o circunstancia en que nos encontramos.
El conocimiento del poder de la oración, viene cuando tenemos un problema o pregunta que es tan urgente o complicada que es difícil encontrar nuestro camino a solas. Durante esos momentos, llegamos a apreciar la naturaleza íntima de la oración. A pesar de que Dios “sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis” (vea Mateo: 6:8), hay una diferencia entre lo que Dios sabe qué necesitamos y el hecho de pedirle a Él lo que necesitamos.
Tal vez nos sintamos vulnerables al expresar nuestros verdaderos deseos y temores a Dios. Sin embargo, cuanto más permitimos a Dios entrar en nuestras vidas, más nos puede ayudar a sentir su presencia amorosa y su profunda compasión. Cuando compartimos con Dios lo que realmente sentimos, pensamos y creemos —aún si tenemos sentimientos de ira, duda, o desesperanza— demostramos nuestra confianza en su amor y en su comprensión infinita de nuestra vida. El expresar nuestros sentimientos verdaderos es a menudo el primer paso que damos para recibir una respuesta real de Dios. Cuando decimos lo que realmente sentimos, él nos recordará que cada uno de nosotros es un hijo o hija especial de un Padre compasivo y comprensivo.
Vea or lea el discurso por el élder Richard G. Scott sobre el don supremo de la oración.
Fuente: Conferencia general (SUD)
—Mark T. Hales, Mormon Insights
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Traducido por Joey Navarro, Mormon Insights
Foto cortesía de la Biblioteca Multimedia SUD