A través de la fe y la paciencia, podemos aprender cómo las cargas de hoy pueden convertirse en las bendiciones del mañana.
¿Experimenta usted una sobrecarga?
Obligaciones, enfermedades, decisiones —cada uno de nosotros lleva una carga. A veces nuestras cargas parecen volverse demasiado pesadas para sobrellevar. El élder L. Whitney Clayton nos muestra que nuestras cargas no tienen que permanecer para siempre como cargas, sino que al final pueden convertirse en bendiciones.
¿Por qué tenemos cargas?
Para entender cómo las cargas pueden convertirse en bendiciones, debemos entender de dónde provienen. El élder Clayton nos explica que muchas de nuestras cargas son causadas por las condiciones en que vivimos, la mala conducta de otros o por nuestras propias acciones.
Sin embargo, nos asegura que cualquiera que sea nuestra carga, “todos somos hijos de un Padre Celestial amoroso que nos ha enviado a la tierra como parte de Su plan eterno para nuestro desarrollo y progreso.” El Padre Celestial nos permite llevar cargas porque Él nos ama y quiere que crezcamos espiritualmente.
¿Cómo pueden las cargas convertirse en bendiciones?
El élder Clayton nos explica que “las cargas proporcionan oportunidades de poner en práctica las virtudes que nos llevarán a la perfección”. Tales oportunidades son bendiciones disfrazadas, aunque no nos demos cuenta. Para ver nuestras cargas como bendiciones, necesitamos ejercer nuestra fe, tener paciencia y esforzarnos. Con el tiempo veremos que el Señor nos va perfeccionando para que seamos las mejores versiones de nosotros mismos.
También desarrollamos empatía al llevar las cargas de otras personas. Nuestros convenios bautismales nos instruyen a “llevar las cargas los unos de los otros… y [estar] dispuestos a llorar con los que lloran; sí, y a consolar a los que necesitan de consuelo” (Mosíah 18:9). El servicio no solamente nos ayuda a aliviar las cargas de aquellos a quienes servimos —alivia también nuestras propias cargas.
Aunque no parezca así hoy, con el tiempo, las cargas finalmente se convertirán en bendiciones. El élder Clayton nos asegura que “durante todo el proceso, el Salvador nos brinda apoyo y fortaleza que nos sustentan, y en su propio tiempo y manera, nos ofrece la liberación.” Si tan solo confiamos en el Señor, aliviará nuestras cargas cuando lo considere mejor.
Vea o lea el discurso del élder Clayton en cuanto a cómo nuestras cargas pueden ser más ligeras.
Fuente: Conferencia general SUD
—Rachel Rubio, Mormon Insights
Encuentre más reflexiones
Vea o lea el discurso del élder David A. Bednar sobre cómo cada una de nuestras cargas únicas nos puede llevar al Salvador.
Traducido por Cristina Reyes, Mormon Insights